Ballena Franca Austral

Eubalaena australis

Es un cetáceo misticeto propio del hemisferio sur y una de las 3 especies del género Eubalaena. Se le describió por primera vez en 1822 pero fue clasificada como Balaena australis.

Orden: Cetacea

Suborden: Mysticeti

Familia: Balaenidae

Género: Eubalaena

Descripción física

Morfología. Es una ballena grande de cuerpo voluminoso con una cabeza grande que corresponde a una tercera o cuarta parte de la longitud total de su cuerpo. Esta especie es fácilmente reconocible debido a la presencia de unas callosidades en la cabeza, la barbilla y la mandíbula inferior, de un tono blanquecino o amarillento, y pobladas por organismos parásitos llamados “piojos de ballena”. Al igual que las huellas dactilares en los humanos, las callosidades son únicas en cada individuo.

La línea de la mandíbula es muy curva y carece de aleta dorsal y cresta alguna. Las aletas pectorales muy cortas pero anchas, del mismo modo que los lóbulos de la aleta caudal.

Peso y tamaño. La hembra es más grande que el macho, ya que alcanza una longitud de hasta 15 metros y 47 toneladas. Un adulto puede tener una longitud superior a 12.5 metros.

Coloración. Su piel es gris oscura o negra; ocasionalmente exhibe manchas blancas en la región ventral. Aproximadamente 2.8 por ciento de los individuos adultos tienen motas color marrón oscuro o gris.

Distribución y hábitat

La ballena franca austral únicamente se distribuye en el hemisferio sur, en aguas subantárticas y regiones sureñas del océano Atlántico y del océano Pacífico. Sin embargo, su localización depende de la época del año en que se encuentre: en verano, se encuentra entre las latitudes 40°-50° y 65° sur, pero en invierno es posible verla cerca de las costas del norte. Su rango de distribución es 20° sur hasta 55°-65° sur.

Habita aguas abiertas y regiones costeras, como ya se ha mencionado. Pero, dado que es una especie altamente migratoria, sus hábitats corresponden con la temporada del año: en época de alimentación se encuentra en latitudes altas, y en temporada de parto y crianza habita latitudes bajas en hábitats cálidos y de baja profundidad.

Alimentación

La dieta de la ballena franca austral se compone de krill, larvas de crustáceos y copépodos. Las observaciones indican que al norte de los 40° sur se alimenta principalmente de copépodos, pero a partir de los 50° sur su comida favorita es el krill antártico. En el norte, también puede consumir percebes y copépodos de los géneros Calanaus y Pseudocanalaus.

Por lo regular, se alimenta durante el verano austral y posiblemente hasta primavera y otoño. La alimentación durante invierno no es común, pero ocasionalmente se produce de manera oportunista en la Península Valdés, Argentina.

Las estrategias de alimentación varían según las especies normalmente consumidas y las condiciones del océano, pero se han observado 2 técnicas: una, en la que la ballena nada en la superficie en medio de manchones de krill con la boca abierta y las barbas expuestas, y otra que se produce cuando está sumergida y nada en densos parches de alimento. A diferencia de otros misticetos, no introduce el alimento junto con el agua y lo filtra después, sino que al nadar con la boca abierta elimina directamente el agua del krill, que se queda entre las barbas.

Comportamiento

Esta ballena suele ser muy activa y no es raro que golpee su cola y aletas pectorales contra la superficie del agua. Al momento de alimentarse se sumerge a profundidades comprendidas entre 7.9 y 85.3 metros, pero estudios recientes revelan que puede sumergirse hasta 175 metros.

Sus patrones de migración son bien conocidos. En verano viaja hacia las costas del sur de Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Sudamérica para alimentarse en mares abiertos y migran hacia latitudes más bajas durante el invierno para aparearse o dar a luz.

Produce sonidos de baja frecuencia y corta duración. La emisión más usual es un sonido parecido a un eructo que tiene una frecuencia menor a 500 Hertz. Se le ve con frecuencia sola o acompañada de una cría.

Información ballena franca austral
Eubalaena australis /Autor de la imagen: Michaël CATANZARITI

Reproducción

La ballena franca austral tiene un sistema de apareamiento polígamo en el cual hasta 8 machos pueden aparearse con una hembra. La copulación dura entre 1 y 2 horas y posteriormente macho y hembra se separan.

Una hembra dura preñada 11-12 meses y da a luz 1 cría de cerca de 1,500 kilogramos y 5-6 metros de longitud. La madre alimenta a su cría con leche materna en aguas poco profundas para protegerla de los depredadores naturales como tiburones y orcas, que de vez en cuando atacan a los pequeños. 1 año después se produce el destete.

Esta especie alcanza la madurez sexual a los 9-10 años de edad y la hembra da a luz cada 3 o 4 años.

Amenazas y conservación

Hasta la década de 1930, la especie enfrentó un grave problema de sobreexplotación. A partir de 1935, la población mundial incrementó ligeramente su número gracias a la protección internacional.

La caza de ballenas francas australes es hoy menos frecuente que en años anteriores, pero aún es una amenaza latente para la supervivencia de la ballena franca austral. Otras amenazas son: degradación de hábitat, enredos en mallas de pesca, perturbación y colisiones con embarcaciones y perturbación a causa de éstas y actividades industriales en las costas.

La Comisión Ballenera Internacional protege a esta especie. Entre otras estrategias, ha designados dos santuarios para su conservación: el Santuario del océano Índico y el santuario del océano Austral. En ambos está prohibida la caza de ballenas. Durante un tiempo figuró como especie “Vulnerable” en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, pero a partir de 2013 está catalogada como especie de “Preocupación Menor”.

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